Teniendo en cuenta que el tiempo dedicado a pelear por parte de cerdos jóvenes tras su mezcla es muy diferente entre individuos (fig. 1), investigadores del "Scottish Agricultural College" realizaron un estudio para determinar si la agresividad se puede heredar. Para ello se midió la agresividad, mediante la mezcla y posterior observación del comportamiento, de 1.100 animales (28 kg PV) de un núcleo de selección de los cuales se conocía su pedigrí. Los resultados del estudio mostraron que la agresividad en la población estudiada era un carácter con una heredabilidad moderada lo que confirma que el genotipo de los animales afecta sobre la presencia de agresiones tras la mezcla. Aunque la variación entre individuos, atribuida a los genes, es ligeramente menor a la observada para otros caracteres de importancia productiva como la ganancia media diaria, es mayor a la observada para la fertilidad o supervivencia.
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Fig. 1. Variación en la agresividad de los cerdos. |
Según los resultados, si se realiza una presión de selección sobre la agresividad de forma similar a la que se realiza para el crecimiento o porcentaje magro, la agresividad media de la cabaña puede reducirse en aproximadamente un 5% cada año (fig. 2). Este índice se reducirá a medida que los cerdos más agresivos sean eliminados de la población y se reduzca la variación en la agresividad de los cerdos que queden en la explotación. Esta selección aportará beneficios siempre y cuando no afecte de forma negativa sobre caracteres de importancia productiva como por ejemplo el índice de crecimiento o la deposición de grasa dorsal, aunque un estudio posterior mostró que no existía una relación obvia entre la agresividad y estos dos caracteres.
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Fig. 2. Reducción anual estimada de la agresividad fruto de la selección. |
Pig Progress. Vol. 20. Nº 8. 2004.